Lo más seguro es que quien sabe

Imagen tomada de CNN

Así estamos en Venezuela. La consulta electoral de ayer convocada por la oposición venezolana abre varios frentes de análisis. Ver a la gente de Catia, Petare, el 23 de Enero, haciendo inmensas filas bajo la lluvia para elegir el abanderado de la oposición nos deja a muchos perplejos. Otrora estos fueron bastiones duros del chavismo y hoy, agüitados por la crisis económica draconiana que envuelve al país, dieron un giro copernicano hacia la oposición en su sector más radical. 

La abanderada resultó ser la señora María Corina Machado Parisca, política, exdiputada, profesora, e ingeniera venezolana. Una porción importante de la población salió a mostrar su apoyo por ella y los resultados frente a sus pares fueron determinantes. Es la nueva líder de la oposición venezolana.

El asunto en cuestión es que Corina Machado está inhabilitada para inscribirse ante el Consejo Nacional Electoral (CNE) y, pese a la consulta de ayer, no podrá entrar en la carrera presidencial para Miraflores. Esto provocará, sin duda, frustración a muchos de sus electores, pero es una verdad irrefragable.

Surgen muchas interrogantes: ¿cuál será la estrategia de Corina Machado? ¿Tendrá la capacidad de aglutinar a “los alacranes”, al G3 y sus disidentes opositores? ¿Entrará a los diálogos de México sobre los que tanto -y legítimamente- ha insistido el presidente de la República? ¿Será habilitada para participar en la carrera electoral? o ¿A quién le levantará la mano para que lleve la candidatura de oposición? Lo más seguro es que quien sabe.

El panorama no está claro, pero el ejercicio civil de ayer pone en la escena política nacional nuevos retos que, si las actuales autoridades gubernamentales comprenden lo sucedido, optarán por una vía menos traumática para que se lleven a cabo las elecciones presidenciales en justa lid.

Por el bien de mi país deseo que los líderes actuales busquen un amplio consenso nacional, comprendiendo que para consensuar es necesario escuchar al otro y también ceder y, sobre todo, sabiendo que las elecciones son el mejor camino para autocomponer el conflicto político-social en que nos hallamos. A contrapelo, si continúan nuestros líderes atrincherados en una posición radical, desafortunadamente, las consecuencias serían devastadoras y, por el amor a las diosas o a Dios, urge que surja este amplio consenso.

No tomo partido por uno u otro bando en estas líneas, sino reflexiono ante la incertidumbre que se acentúa. Como propio de esta tierra y más criollo que una arepa Reina Pepiada, abogo para que existan acuerdos constructivos basados en el dialogo, el reconocimiento y respeto al otro y aunque no estén claro en este momento los nombres de los contendientes, sí es clarísima la voz del pueblo.

El pueblo no solo se manifestó ayer, sino en la cotidianidad de los ciudadanos de a pie y vox populi, vox Dei.  

José Leonardo Araujo Araque

joseleonardoaraujoaraque@gmail.com